Buenas, soy Joaquín, aunque hasta
ahora me llamaban Joaqui, y desde hace un par de días, están empezando a
llamarme por mi nombre completo: José Joaquín. ¿Por qué? Pues porque desde hace
unas 48 horas soy residente de Santiago, y no precisamente de Compostela; y
aquí, la gente común, y la no tan común también, tiene dos nombres y se suelen
hacer llamar por ambos. Supongo que terminaré acostumbrándome. Se preguntarán
que como he llegado aquí, aunque seguro que más de uno y más de dos conocen la
respuesta. En efecto, somos de esa nueva ola migratoria que huye de España para
buscarse las habichuelas, y digo somos porque vengo con mi mujer, Bea, a la que
espero que vayáis conociendo en cuanto se anime a escribir alguna entrada. Por
cierto digo “mi mujer” para que nos entendamos, pero de mía nada. Ella es suya
y de nadie más, otra cosa es que quiera compartir su vida conmigo. ¡Ah! Y odio
la modita de llamarnos jóvenes aventureros, o expatriados, o algunos eufemismos
por el estilo, no señor, somos emigrantes en toda regla, en busca de una
oportunidad lejos de nuestras casas, ya que en nuestro hogar no se nos ofrecen
muchas o mejor dicho ninguna. Eso sí, al margen de que el leiv motiv de semejante
empresa sea deleznable, afrontamos el asunto con ganas y con actitud positiva.
Dicho esto, mi objetivo con este blog, no es otro que el de compartir con quien
lo desee nuestra experiencia.
Empezaré por el principio. En
junio del recién fenecido 2013, le surgió a Bea la opción de trabajar en Chile,
y teniendo en cuenta que las condiciones del contrato eran bastante buenas, nos
lo planteamos seriamente y tomamos la decisión. ¡Nos vamos a Chile! Así pues,
después de seis meses de papeleo para poder formalizar el asunto, el recién
pasado miércoles ocho de enero partimos de la estación de trenes de Cádiz entre
los abrazos y la emoción de los nuestros, y como no, de nosotros mismos. De ese
modo, con lágrimas en los ojos, pero cargados de ilusión, partimos en dirección
a Barajas. Y en el propio vuelo de Madrid a Buenos Aires ya vivimos la primera
situación digna de mención. Tras unas tres horas de vuelo, recién dejada atrás
la costa africana, solicitaron la intervención de un médico para atender a una
chica con disnea, un ataque de ansiedad y una anemia de base. Lo mejor del
asunto es que trasladaron a la afectada a primera clase, y con ella, a la
doctora que la atendía que no era otra que Bea. Lo más impactante es que el
comandante declinó en ella la responsabilidad de decidir si se realizaba un
aterrizaje forzoso en Dakar para dejar a la paciente allí y solicitar una ambulancia.
Bea no se arredró, y evaluando la situación decidió seguir adelante. ¡Dos
ovarios!
Por fin, después de un pesado
viaje de veintinueve horas, por fin arribamos a Santiago. Llevamos aquí dos
días y medio, y todo va sobre ruedas, con la única excepción de que me estoy
obsesionando con la araña de rincón (Loxosceles
laeta), una pequeña hija de puta que habita en nueve de cada diez hogares
chilenos y cuya mordedura puede ser letal, empecé indagando sobre ella y como
resultado casi no pego ojo por las noches. Y yo pensando que lo que más miedo
me daba de este país era su idilio con los temblores, para que al final venga a
joderme mucho más un pequeño animalillo de ocho patas.
Al margen de esto, que es una
asignatura que tengo que trabajar, sobre todo psicológicamente, las sensaciones
que llevamos no pueden ser mejores.
La gente de este lugar es super
amable, sobre todo teniendo en cuenta que se lleva el ritmo de vida habitual en
cualquier gran capital. Por otro lado, las labores de “relocation” que está llevando a cabo la consultora
encargada de gestionar el contrato de Bea nos están facilitando mucho las
cosas. Ya hemos encontrado casa, en la que esperamos instalarnos el próximo
miércoles. Ya tenemos un comienzo de vida social gracias a un gaditano al que
no conocíamos pero con el que nos unen amistades comunes (Cádiz es un pueblito
como dirían aquí). Ale nos ha acogido calurosamente y ya en la noche de ayer
disfrutamos de un asado en una compañía muy agradable y cosmopolita. Para mayor
regocijo mío, uno de los asistentes a dicho evento, era otro gaditano, amigo
desde la adolescencia y que reside en Mendoza por amor. ¡Me encantó encontrarme
con él en Santiago! Por cierto, espero poder verlo de nuevo, ya que hasta el
lunes no parte para Mendoza.
Por lo demás, esta mañana ha
acudido Bea por primera vez a su lugar de trabajo, el Hospital de San José en
la comuna de Independencia. Todavía no ha vuelto, así que aún no tengo noticias
de sus primeras impresiones.
Así que lo dicho, al margen de
las puñeteras arañas, muy buenas sensaciones. Eso sí, de momento la sobrecarga
de información es brutal, así que tenemos que ir reposándola y ordenándola en
nuestras cabezas. ¡Salud!
guap@s!!! me encanta la iniciativa, Joaqui, ya sabes q me tenías como seguidor incondicional ante una platónica posibilidad, previo consentimiento d Bea of coursw, xo ahora tb lo seré d tu blog... cuidaito con las arañas y deseando leer las primeras impresiones d Bea en su nuevo trabajo... estoy seguro q os va a ir todo genial pq los dos sois geniales!! besazos a ambos (más lascivo xa uno q xa la otra jiji)!!!!
ResponderEliminarOle, estos niños..... Un besazo para los dos, de la familia Lucero Romero. Un besazo.
ResponderEliminarQue dos valientes estais hechos!!! Ya estoy enganchada a vuestra experencia por esas tierras chilenas. Sabes leo tu historia y me acuerdo de mis primeros dias aqui, solo que yo a penas tenia 14 años y la sobrecarga de informacion me tenia algo mareada jjejeje y que ojala hubiera sido Cádiz, pero no ! Fue un pueblo muy pequeñito de Almeria con gente muy acogedora pero muy frio a la vez hasta que conocí Cádiz y me enamoré! ( nunca mejor dicho). Me alegro de que vuestros comienzos vayan tan bien y nada que disfruteís mucho de Chile, espero que sigas compartiendo tus experiencias junto a Bea. Un beso y abrazo para los dos.
ResponderEliminarGrande juaquiii... aqui un seguidor masss... cuidaros mucho y q os vaya genial!!! Besoss
ResponderEliminarEstaremos atentos a vuestras aventuras jejeje, un beso muy fuerte para los dos
ResponderEliminarCómprate un Flika, cabesa
ResponderEliminar